En el límite con las provincias de Burgos y Vizcaya, se encuentra Soba un territorio accidentado con varios puertos de montaña (Los Tornos, Portillo de la Sía y Lunada). El valle de Soba está configurado por más de una veintena de localidades que fueron surgiendo durante la Edad Media, probablemente gracias a la repoblación de los reyes astures en los siglos VIII y IX.
La primera referencia histórica data de la fundación del monasterio de San Pedro y San Pablo de Asia, recogida en Santa María del Puerto (Santoña) en el 933.
Soba es un territorio rico en manifestaciones artísticas. Los monumentos más importantes son la iglesia parroquial de Rozas, la torre medieval de Quintana, el conjunto urbano de Asón y las cuevas del «Aer» en Mazaneda y «Becerral» en La Gándara. En cuanto a fiestas, «El día de Soba» es la más popular.
Se celebra a mediados de agosto. Durante la visita a Soba es imprescindible detenerse en el mirador de los collados del Asón para contemplar el nacimiento del río en una impresionante cascada de más de 50 metros. Ofrece el valle de Soba un paisaje agreste, con prados y bosques de singular belleza.
Núcleos de Población: Aja, Asón, Astrana, Bustancilles, Cañedo, Fresnedo, Hazas, Herada, Incedo, Lavín, Pilas, El Prado, Quintana, Regules, Rehoyos, La Revilla, Rozas, San Juan, San Martín, San Pedro, Sangas, Santayana, Valcaba, Valdició, Veguilla, Villar, Villaverde.
A finales del siglo XIV, Soba fue incluida en la Merindad Mayor de Castilla la Vieja. Hubo grandes enfrentamientos entre las dos familias. En 1473 Enrique IV nombró Condestable de Castilla a Pedro Fernández de Velasco que ya tenía el señorío de Medina de Pomar, Briviesca y Frías.
Soba es totalmente mágico
Vas en primavera, en otoño en invierno da igual siempre espectacular, cada vez que escoges una de sus rutas es diferente, el paisaje lleno de todo lo autóctono, todo virgen como debe ser, lo mismo te encuentras un lago helado, como enormes setas, una emoción continua, un placer para los sentidos, pero lo que no cambia nunca, es esa sensación que la naturaleza te impregna, y tienes que respirar hondo y decir esto es increíble es algo alucinante, somos materia viva, y nos conectamos a toda esa vida que sientes alrededor tuyo. Una carga de energía gratuita como no hay otra. Soba te hace repetir.
Más información Ayuntamiento de Soba.